¿Qué países estuvieron alineados a la Argentina en el conflicto de Malvinas y quienes no?
Por el Lic. Prof. Fernando A. Ocampo Bravo
Se conmemoran 43 años de Malvinas. Uno de los aspectos menos considerados cuando se recuerda en la actualidad, es la decisión de la Junta Militar argentina de 1982, de ocupar las Islas Malvinas, es el de los gobiernos latinoamericanos que ofrecieron o trajeron ayuda bélica contra los ingleses y por supuesto, como contrapartida, también de aquellos que apoyaron al Reino Unido.
El efecto que produjo la recuperación de las Islas Malvinas generó un hecho geopolítico inédito en la historia continental. La ayuda ofrecida no significaba necesariamente apoyo político a la Junta militar genocida en ese momento liderada por Leopoldo Fortunato Galtieri, quién por esos días tambaleaba en el poder por la situación social y política que se vivía en Argentina.
De hecho, este aspecto dividió aguas en el mapa diplomático latinoamericano. Los gobiernos de Chile, Colombia y Trinidad y Tobago se colocaron del lado de la potencia invasora, Inglaterra, y de su socio global, Estados Unidos, quien al principio iba ayudar a la Argentina y después cambio de decisión.
En sentido contrario, la mayoría del resto de naciones apoyaron a Argentina como Nación, aunque algunos gobiernos se conformaron con el gesto diplomático.
Pero los gobiernos de Perú, Venezuela, Cuba, Brasil, Nicaragua y República Dominicana, aportaron pertrechos bélicos o lo ofrecieron sin haberlo podido entregar, o lo enviaron y la Junta Militar lo abandonó.
Entre los países que se destacaron por haber hecho efectivo un aporte militar para enfrentar a los ingleses, se cuentan Perú y Venezuela. Ambos gobiernos convocaron a sus poblaciones a la calle contra Inglaterra. Otros quisieron, pero no pudieron o no se atrevieron.
En América latina, amigos y enemigos de Argentina por las Malvinas. Cuba dio un gran apoyo a la Argentina, especialmente en el campo internacional. Pese a que la dictadura siempre combatió a la Cuba comunista de Fidel Castro, el líder cubano tomó posición por la Argentina por encuadrarla en una cuestión de colonialismo contra un país latinoamericano.
Además fue la puerta de entrada al apoyo dado por el «movimiento de No Alineados» en el conflicto. Apoyo sobre todo en el campo diplomático.
Brasil, con la dictadura de João Baptista Figueiredo, dejó de lado el enfrentamiento con la Argentina por ser líder regional o «socio privilegiado» de Estados Unidos. Ofreció recursos militares, económicos y abastecimiento. Lo mismo sucedió con Venezuela y en menor medida con Uruguay. Pero el gran aliado en la región fue otro. Perú: Pérez de Cuellar ejerció toda su influencia posible desde las Naciones Unidas para evitar la guerra del Atlántico Sur. Pero muchas veces sus propuestas chocaron con la corta visión de los dictadores argentinos. Hicieron fracasar una propuesta de lograr un mandato interino sobre las Islas Malvinas. Con un veedor de la ONU mientras flameaban las tres banderas: la de la ONU, la británica y la argentina. Pero no fue posible y luego sobrevino la ya comentada resolución 502.
Además, el gobierno democrático de Fernando Belaúnde Terry puso a disposición del gobierno argentino aviones mirage y misiles. Sin duda, una de los mayores apoyos en el plano militar.
Francia. El gobierno francés fue proveedor de gran parte del armamento de la Argentina en la guerra de 1982. Le vendió los aviones Mirage a la Fuerza Aérea y los Super Etendard a la Marina. Además de los misiles exocet. Todo previo a que alguien pensara que las dos naciones podrían entrar en guerra. Pero una vez desatado el conflicto, Francois Miterrand ordenó un embargo de armas a la Argentina. Pese a lo cual se especula que vía Libia, se logró una triangulación para que algunos misiles llegaran al país en pleno conflicto.
Pero lo más importante es que Francia habría aportado datos estratégicos sobre sus aviones y sus misiles a Gran Bretaña como para que no fueran de la efectividad esperada en los ataques contra barcos de ese país. Años más tarde, archivos desclasificados sugieren que Miterrand ofreció esas claves a cambio de que Margaret Thatcher desistiera de usar armas nucleares contra la Argentina.
Israel, aportó con Dagger. La Argentina tenía estos aviones, similares a los Mirage pero con un desarrollo israelí. Durante la guerra, Israel también posibilitó que armamento de reposición llegara hasta nuestro país.
La Unión Soviética dio un apoyo a la argentina en el plano diplomático. Sobre todo en la cuestión de tomar el ataque británico como un anacronismo del colonialismo al recuperar esos territorios. Tampoco condenó a nuestro país en los foros internacionales. Sin embargo, su abstención en el Consejo de Seguridad, como China, permitió que Gran Bretaña lograra esa resolución (502) que condenaba a la Argentina.
Chile/ también estaba bajo una dictadura. El general Pinochet y el general Videla casi llevan a ambos países a la guerra por la zona del canal de Beagle en 1978. La mediación papal evitó el conflicto. Pero en 1982, Chile no dudó en apoyar al Reino Unido. El gobierno de la dictadura de Pinochet facilitó información estratégica sobre las posiciones y fuerzas militares de la Argentina en el sur de nuestro país. También proveyó alertas tempranas a la Task Force con sus radares. Punto a destacar aparte, se lo ve ambivalente su política internacional en aquel 1982, por ningún motivo era el pensamiento de los ciudadanos a pie de ambos países el entrar en un conflicto bélico. Los hechos históricos de la antesala de Malvinas, son bastante conocidos en el cuasi conflicto del Beagle, escaramuzas y muertes lamentables, de algunos funcionarios de las fuerzas de seguridad y FF.AA. de ambos lados de la cordillera, hoy día la situación de Chile y Argentina es de excelentes relaciones, y en el tema de las Malvinas es de bastante claridad.
Chile ha ratificado su posición histórica de siempre, que es de respaldo a la soberanía y a la reclamación de Argentina sobre las islas Malvinas y ha llamado a que esto sea resuelto a base de conversaciones entre ambos países. Esta es la misma posición que ha tenido Chile desde que este tema se trata en Naciones Unidas; es decir, desde la década del 60, la misma que ha tenido desde que se creó el comité de Descolonización de Naciones Unidas, en los años 90. Chile, en forma permanente, sin cambio alguno a lo largo del tiempo, ha apoyado la reclamación de soberanía argentina y llamado a que esto sea resuelto en una negociación bilateral entre ambos países. La relación entre Chile y Argentina ha tenido avances extraordinarios en las últimas décadas. Sobre todo a partir del Tratado de Paz y Amistad del año 84. Hoy día, las relaciones están en un inmejorable pie y que tienen la madurez suficiente para observar los hechos históricos con suficiente ecuanimidad a ambos lados de la cordillera.
Somos y seremos siempre hermanos los latinoamericanos, por decisiones que cúpulas tomaron sin el avenimiento de todo el pueblo. Es anacrónico pensar de esa forma. No podemos juzgar el actuar perse de cierto liderazgo de turno, contra el pueblo entero. Seremos vecinos siempre y las relaciones deben ser de manera cordial y diplomática.

