Poesía «La Boda de Abril»
de Ricardo Luis Trombino
La boda estaba planeada
para abril, que ya venía,
con una fiesta simple
y un viaje de unos días.
Pero según el destino
aquel sueño de alegrías
pasaría a convertirse
en funesta pesadilla.
En una oscura mañana
la sonrisa de la dicha
se nubló con las palabras
de la drástica noticia:
Reclamaban los soldados
a la guerra de Malvinas.
Al novio lo convocaron,
la novia quedó en desdicha.
Tenía colores tristes
la tarde de la partida.
Las almas se acongojaron
en sentimiento de intrigas;
y hacia el sur se fue el soldado,
defender soberanía
era voz de juramento
a la Patria, que no olvida.
El novio por las trincheras,
la novia en melancolía,
la vida cambió los rumbos
de los planes que tenían.
Jornadas interminables
vinieron desde aquel día,
y el joven de matrimonio
se hizo soldado en bravía,
soportó los avatares
del insomnio y de la ira,
hizo frente en la batalla
con intensa gallardía.
Mil dolores en tropel
acuciaron su alma herida,
alma herida por recuerdos
de su amada ausente niña,
de ese cuerpo jugueteando
y esas rubias trenzas finas,
de las tardes de paseo
y las tortas de vainilla,
todo aquello que quedó
esperando ante la vida.
Ella mientras lo aguardaba
evitando la deriva:
agrandando en el ajuar
la esperanza de sonrisas…
La carta llegó una tarde
difusa por la llovizna,
con débil eco de ausencia
y una inquietud muy aprisa.
Leyó que su novio era
un héroe de la Argentina
y supo de sus hazañas
en campos de artillería.
La novia encerró en sus ojos
el caudal de su agonía.
La Patria ganaba un héroe,
su alma todo perdía.
La guerra le arrebataba
lo que nunca volvería,
la razón de su existencia,
que la guerra no entendía.
La carta llegó una tarde
difusa por la llovizna.
La boda quedó en las fechas
de las cosas suprimidas.
La novia quedó soltera
por razones de la vida,
cuestiones de sentimiento…
que la guerra… no entendía.
*Ricardo Luis Trombino, San Juan, Argentina. Escrito en 1982, a propósito de una historia real que alguien me contó

