“El nombre de Palestina, el Emperador Romano y su conflicto vigente”
Los palestinos, tal como se conoce hoy a los pobladores árabes del territorio aledaño a Israel, Jordania y Egipto, existen desde 1967. El nombre de Palestina –en concreto, Siria Palestina– se deriva, por decisión del emperador Adriano, que reinó entre 117 y 138 d. C., del de los filisteos, pueblo que había desaparecido alrededor del 500 a. C.
Por el Lic. Prof. Fernando A. Ocampo Bravo
El nombre «Palestina» proviene de la antigua región costera habitada por los filisteos. El término se originó en el latín Palestina, que deriva del griego Palaistine, empleado por Heródoto para referirse a la tierra de los filisteos. Los romanos, tras una rebelión judía en el año 135 d.C., añadieron «Palestina» al nombre de la provincia de Judea, creando «Siria-Palestina».
Entonces; ¿Quién le dio el nombre actual a Palestina?.
El emperador Adriano le dio el nombre a Palestina, al renombrar la provincia romana de Judea como Siria Palestina en el año 135 d. C., tras sofocar la Revuelta de Bar Kojba. Este cambio de nombre, que hacía referencia a los antiguos filisteos, fue una medida deliberada para romper el vínculo histórico y religioso de los judíos con su tierra.
En el año 135 d. c., Adriano tomó medidas drásticas para eliminar la presencia judía en la región. La revuelta de Bar Kojba ; fue una serie de batallas libradas contra el Imperio Romano por los judíos desde el año 132 al 135 d.C., lideradas por Simeón bar Kosba, quien hizo reclamos mesiánicos y fue renombrado Bar Kojba («Hijo de la Estrella») por un rabino influyente. La revuelta fue finalmente infructuosa, y Jerusalén pagó un alto precio por la rebelión.
Durante la época del Nuevo Testamento, Israel estaba bajo el dominio de Roma. Mientras los líderes y el pueblo cooperaban con Roma, se les permitía cierta autonomía. Sin embargo, los líderes judíos temían que un levantamiento en torno a las
actividades de Jesús provocaría que Roma destruyera «nuestro lugar santo y nuestra nación» (Juan 11:48). Demostrando su subordinación a Roma, los líderes judíos no tenían permitido condenar a muerte a Jesús; en cambio, tuvieron que apelar a Pilato, el gobernador romano, para ejecutar la sentencia que querían (Juan 18:31). En respuesta a un levantamiento judío posterior, el general romano Tito destruyó Jerusalén y el templo en el año 70 d.C. Un grupo de revolucionarios se refugió en Masada, pero finalmente fueron derrotados en el año 73 d.C. en el conflicto final de la Primera Guerra Judía.
Después de ese tiempo, Israel fue gobernado como un reino conquistado, y los romanos comenzaron a expulsar a los judíos de la región. Sin embargo, la resistencia judía no desapareció completamente. En la Guerra de Kitos del 115–117 d.C., judíos dispersos en Cirenaica, Chipre y Egipto se rebelaron. Algunos se refieren a esto como la Segunda Guerra Judía, pero otros la excluyen, ya que no se libró en Palestina.
La revuelta de Bar Kojba se refiere a la Segunda o Tercera Guerra Judía, dependiendo de la opinión que se tenga sobre la Guerra de Kitos. Esta revuelta, liderada por Simeón Bar Kokhba, fue en respuesta a la prohibición de la circuncisión por parte del emperador Adriano y la helenización forzada de todos los judíos en el imperio. Bar Kojba pudo derrotar a las fuerzas romanas acuarteladas en Jerusalén, y durante aproximadamente dos años se estableció un estado judío independiente. Como resultado de sus victorias contra los romanos, muchos aclamaron a Bar Kojba como el Mesías que restauraría el reino de Israel. Sin embargo, el emperador Adriano ordenó que seis legiones de soldados, junto con auxiliares y refuerzos de otras legiones, fueran enviados a la zona. Bar Kojba fue asesinado, la rebelión fue aplastada y muchos judíos fueron masacrados.
Después de la revuelta de Bar Kojba, los judíos fueron excluidos de Jerusalén, excepto para observar el festival de Tisha B’Av, que conmemora la destrucción del primer y segundo templos. Los judíos comenzaron a ser perseguidos de una manera que no habían experimentado antes, y la Diáspora comenzó en serio. Jesús había advertido contra seguir a falsos mesías (Mateo 24:5), y Bar Kojba fue uno de esos falsos. Después de su derrota, Simeón Bar Kojba fue denunciado por los líderes judíos, y los judíos comenzaron a abandonar el concepto de un mesías personal que restauraría a Israel. Solo recientemente se ha revivido la idea de un mesías personal en algunos segmentos del judaísmo. El resultado de la revuelta de Bar Kojba fue que, aproximadamente 100 años después de rechazar a Jesús como Mesías, el judaísmo se desilusionó respecto a cualquier esperanza de un salvador personal, una patria judía y un reino judío independiente.
El objetivo era socavar la continuidad histórica y religiosa de los judíos en la región, despojándolos de su derecho a la tierra. La elección del nombre «Palestina» hacía alusión a los filisteos, los antiguos enemigos de los judíos en el Antiguo Testamento, buscando así borrar cualquier vestigio de la historia judía. Además de cambiar el nombre de la provincia, Adriano también rebautizó Jerusalén como Aelia Capitolina y prohibió la circuncisión y el respeto al Sabbat, implementando una política más amplia de asimilación cultura.
Por otro lado, después de que el Imperio Otomano colapsó y perdió el territorio ante los británicos, estos siguieron eligiendo el nombre “Palestina” continuaron con la tradición cristiana europea, no una designación otomana. Palestina fue uno de los antiguos territorios otomanos colocados bajo administración del Reino Unido por la Liga de Naciones en 1922.
Después de la segunda guerra mundial, en 1947, la ONU propuso un plan de partición de Palestina en un Estado judío y otro árabe, con Jerusalén bajo control internacional. Este plan, adoptado bajo la administración británica, fue aceptado por el lado judío pero rechazado por el lado árabe. Tras la retirada británica y la declaración de independencia de Israel en 1948, estalló la guerra árabe-israelí, resultando en el territorio del mandado dividido entre Israel, Jordania (Cisjordania) y Egipto (Gaza), pero no fue un reparto acordado por los tres actores. Tras la guerra de 1948, Israel ocupó la mayor parte del territorio, Jordania se anexó Cisjordania y el Reino de Egipto estableció un protectorado en la Franja de Gaza.
El conflicto Israelita-Palestino, sigue más vigente que nunca, esta semana la ONU y varios países aceptaron al estado Palestino como una nación, EE.UU. e Israel, se negaron por completo. Los hijos de Dios, aún no tienen paz en las tierras que piso y estuvo en la antigüedad.
Entonces; ¿ Tiene solución el conflicto de Israel y Palestina ?. Por ahora un contundente, NO.

